Aqaba y el mar Rojo

Jordania es mundialmente famoso por las ruinas de Petra, pero ofrece mucho más. Cuando inicialmente nos planteamos ir no sabíamos todo lo que nos íbamos a encontrar: el mar rojo, el desierto de Wadi Rum, el mar muerto, Petra, Ammán… y todo esto concentrado en un país de un tamaño similar al de Portugal.

¿Y qué es lo bueno de visitar países pequeños? Pues que los puedes recorrer en poco tiempo y llegar a conocerlos bastante bien. Nosotros pasamos 8 días en las vacaciones de Navidad, en los que recorrimos el país de sur a norte en un coche de alquiler. Al llegar al aeropuerto de Ammán, pusimos rumbo al sur para llegar al mar.

 

En apenas 4 horas llegamos a la ciudad más al sur de Jordania, a orillas del mar Rojo: Aqaba. La carretera tiene algunos tramos en los que no está en muy buen estado, y el trayecto es bastante monótono, con un paisaje desértico a ambos lados a través de la carretera del rey, pero merece la pena el trayecto.
En Aqaba nos quedamos en el hotel Jardaneh, modesto y asequible, el personal del hotel muy amable. Por la tarde fuimos a cenar y visitar un poco la ciudad. Aqaba no es muy grande, así que se puede visitar a pie dando un agradable paseo. Aunque sea invierno, se puede disfrutar de unas temperaturas muy suaves de alrededor de los 20ºC. Cenamos en un agradable restaurante con terracita viendo atardecer.

La comida en general es muy barata en Jordania, sólo hay que evitar las zonas muy turísticas. En Aqaba es complicado, ya que viene a ser como el Benidorm de Jordania, donde los jordanos van a disfrutar del mar.Aún así se puede disfrutar de una buena cena a buen precio. Después de la cena fuimos a la zona de la playa donde está lleno de mesitas con sombrillas para poder estar al lado del mar Rojo tomando un refresco. Desde la orilla, de noche, se pueden observar todas las luces, incluso las de Israel. De camino también vimos la mezquita de Sharif Hussein bin Ali, uno de los atractivos turísticos de la ciudad.

mezquita de Sharif Hussein bin Ali

Durante nuestro paseo también encontramos muchas tiendas y mercados de ropa, zapatos… por las calles más cercanas al mar. Sin que se hiciera muy tarde nos acostamos a descansar, ¡había que coger fuerzas para el día siguiente!

En nuestro segundo día en Aqaba nos dividimos en dos grupos, los chicos se fueron a seguir visitando la ciudad y pudieron ver las ruinas de una fortaleza construida por los Mamelucos en el siglo XIII.

fortaleza construida por los Mamelucos

También pasaron el día en la playa, disfrutando de la buena temperatura y del sol.

Las chicas nos lanzamos a la aventura y nos fuimos a explorar otra parte completamente diferente: ¡el mar! Nuestro paso por esta ciudad no fue casual… yo soy buceadora y no podía perder la oportunidad de bucear en el ¡mar Rojo! Habíamos hablado por adelantado con el club de buceo Sea Guard Aqaba, en concreto contactamos con Yazan quien fue nuestro guía e instructor durante toda la mañana. La verdad es que tanto Yazan como el resto de la tripulación eran muy agradables y nos trataron muy bien. Nos recogió a las 9 de la mañana en el hotel y nos dirigimos al puerto, desde allí nos dispusimos a hacer 2 inmersiones:

Jardín Japonés: es una inmersión de poca profundidad donde se pueden ver barracudas y jureles. Empieza con poca profundidad (6m) y poco a poco se va aumentando. Hay zonas que se pueden hacer con snorkel. Sobre fauna se puede ver gran cantidad de corales, peces globo, payaso, anémonas, estrellas de mar, pez piedra, almejas enormes y muchas más cosas! Aquí mi amiga Isabel hizo su bautizo en buceo! Salió todo perfecto y quedó encantada!

buceo mar rojo jardin japones

 

 

La segunda inmersión fue la Central Eléctrica, que debe su nombre ya que hay una central en esta costa. Aquí pudimos ver una gran diversidad de corales, y además de lo que vimos en la primera inmersión también vimos peces napoleón. Esta zona es más profunda, empezando a unos 12m hasta alrededor de los 15m.

Respecto a la temperatura del agua, como os he dicho al principio era finales de Diciembre cuando visitamos Aqaba, pero el mar estaba alrededor de 22ºC. No muy caliente pero lo suficiente como para aguantar una inmersión de unos 40 min.
Desafortunadamente mi cámara sumergible se estropeó el día antes de llegar a Aqaba, así que de debajo del mar sólo os puedo enseñar una foto y un vídeo que un chico francés muy amable nos hizo.

En esta foto no se aprecia la belleza de este lugar… os pongo unas cuantas fotos de la página del club de buceo Sea Guards ¡para que os hagáis una idea!

 

Si te gusta el buceo y vas a Jordania de vacaciones tienes que ir obligatoriamente a Aqaba! No te lo puedes perder. Si no tienes ningún curso de buceo puedes visitar muchas zonas haciendo snorkel o aventurarte a probar el buceo haciendo un bautizo. Si por lo contrario no te gusta el mar, Aqaba es una ciudad a la que yo no dedicaría más de una mañana o una tarde, ya que Jordania tiene muchas otras cosas para ver por tierra más impresionantes. Por ejemplo, el desierto de Wadi Rum, que fue nuestra siguiente parada.

 

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