Cochabamba y Potosí, primeros días en Bolivia

Después de una semana en la «Cidade Maravilhosa» y de disfrutar de los mejores carnavales de la historia cogimos un vuelo hacia Bolivia, concretamente a Cochabamba. En este punto del viaje dejamos de ser dos para pasar a ser tres en el camino…no, no me quedé embarazada! Sino que nuestro amigo Pepe se unió a la aventura!! Donde caben dos, caben tres…no dicen eso?

 

Minas de plata Potosí, Bolivia
Antes de entrar en las minas de Potosí

Las primeras impresiones de Cochabamba fueron de caos, y como retroceder unos cuantos años en el tiempo! Al cambiar de país siempre hay una adaptación cultural, pero pasar de Brasil a Bolivia supuso un gran cambio. Las calles llenas de cables, trozos sin asfaltar, y la gente local vestida con los trajes tradicionales… Bolivia es entrar en otra Sudamérica!Desde el aeropuerto hasta el hotel donde dormimos cogimos un autobús-furgoneta tuneado, lleno de pegatinas y pintado de colores…después vimos que todos los autobuses de la ciudad eran así!!

 

Llegada a Cochabamba (Bolivia)

 

De camino al centro de la ciudad

 

También vimos la cantidad de vida que hay en las calles, con mercados y vendedores de zumos por las esquinas! Nos pusimos tibios a zumos de naranja por unos 0,50€ !

 

Pero si tuvieramos que destacar algo de esta ciudad, lo que más nos sorprendió fue que encima de una montaña hay un Cristo, similar al de Rio de Janeiro! Nos quedamos alucinados al llegar al centro y mirar hacia arriba…eh? Eso es otro «Big Jesus»? Pues sí, fue como jugar a la oca de las esculturas de Jesús, ya que fuimos de una a otra!
Cristo de la Concordia
El de Cochabamba se llama Cristo de la Concordia y está situado sobre el cerro de San Pedro. Con su altura de 34,20m supera al Cristo Redentor de Rio!! Se trata de la segunda estatua de Jesús más alta del mundo, por detrás del Cristo Rey de ´Swiebodzin (Polonia). Y nosotros sin saberlo…
Por más o menos un euro y medio se sube en teleférico hasta la base del Cristo, teniendo unas vistas espectaculares de la ciudad, que está situada en medio de un valle rodeada de montañas!
A parte del Cristo de la Concordia y los mercados en las calles del centro no encontramos nada más que hacer en Cochabamba, así que al día siguiente nos subimos en un bus para aproximarnos a Uyuni, ese lugar que tanto deseábamos conocer! Pero llegar hasta Uyuni desde Cochabamba suponía más de 10 horas de bus, así que aunque nos desviamos un poco decidimos pasar por Potosí, a unas 8 horas en bus, y descubrir esta ciudad.
En Potosí pasamos dos días, y descubrimos el significado de la frase hecha «valer un Potosí»! Esta ciudad es una de las ciudades más altas del mundo, con un promedio de 3900 msnm, así que os podéis imaginar el esfuerzo que supuso andar por sus calles o subir unas escaleras! Cada 10 pasos requerían un descanso! Y no sólo eso, nuestros estómagos también empezaron a notar esa altitud, y combinados con la gastronomía boliviana que no nos sentó muy bien comenzó una temporada de indisposición gatrointestinal que para Ed se hizo bastante duro…ya que no mejoró hasta llegar a Perú!!
Para remediar el mal de altura o soroche te aconsejan mascar hoja de coca, o también hay infusiones o caramelos, pero aunque lo probó no mejoró… yo también lo probé una vez y es bastante desagradable, al menos para mí! Hay que ponerse unas cuantas hojas en un lateral de la boca y mascarlas, sacarles el jugo sin masticarlas o tragárselas. Además, para extraer sus sustancias activas hay que añadir un componente alcalino, como cal viva… En la zona andina, como norte de Chile, Bolivia y Perú es común ver a la gente local con una bola en la mejilla, que es que están mascando coca.
Pero este bache en nuestra salud no nos impidió seguir haciendo cosas… y una de ellas bastante peligrosa! El plato fuerte de Potosí es su mina de plata, ya que la ciudad está situada junto a la montaña Sumaj Orcko, que en Quechua significa Cerro Rico. Esta mina fue la más grande del mundo desde mediados del siglo XVI a mediados del s. XVII. De ahí que Cervantes hiciera famosa la expresión «valer un Potosí», usándola en el Quijote!
En el centro de la ciudad se pueden encontrar decenas de agencias que ofrecen la excursión a las minas. Hay que tener en cuenta que te den toda la equipación: traje, botas, casco y linterna. Nosotros hicimos la excursión por poco más de 6€, te llevan a un local para cambiarte, después a comprar un regalo para los mineros que puede ser hojas de coca, alcohol etílico de 96º o un refresco…nosotros optamos por las hojas y el refresco!
Os aconsejamos no llevar mochilas o nada que no queráis que se ensucie…nosotros llevábamos una pequeñita y se ensució entera, y estuvo oliendo a azufre hasta que la lavamos! También cuidado con las cámaras de fotos…allí hay mucho polvo y vas andando por agua, si se cae y no es waterprooff la has liado!
Al entrar en la mina nuestra guía nos contó que los mineros adoran a «El Tío», el Dios del inframundo del Cerro Rico. Los mineros de hacen ofrendas como cigarros, hojas de coca o alcohol, a cambio de su protección. Estas ofrendas también consisten en echar un poco de alcohol en su pene…(al lado de la cerveza potosina) Aquí podéis ver su escultura, muy decorada con cintas ya que llegamos justo después de la celebración del carnaval.
Después de visitar a El Tío, nuestra guía nos dijo que podíamos salir ya o bajar a visitar a los mineros y ver cómo trabajan, así que ya que estábamos allí, por qué no bajar? De esta decisión yo me arrepentí mucho, ya que bajar supuso descender 40 metros a través de agujeros en el suelo, escaleras de madera atadas con cuerdas, y todo esto con unas botas de goma llenas de barro, y por supuesto, sin arnés o cuerdas de sujeción…  Reconozco que lo pasé bastante mal, y a día de hoy fue una experiencia que no repetiría.
Máxima seguridad…
Por fin llegamos a 40 metros de profundidad y vimos a los mineros, charlamos con ellos, les dimos nuestros regalos y les ayudamos cargando con las palas! El ambiente a esa profundidad está muy cargado,  y hace mucho calor. Además si se está llevando a cabo alguna perforación el aire se llena de polvo y cuesta respirar.
Pudimos ver de primera mano lo dura que es este tipo de vida, donde trabajan en unas condiciones pésimas, tanto de seguridad como de dignidad. A penas sin vacaciones, por un salario que va en función de las extracciones que se realicen, y con un casco como única protección. Una locura.
Por la tarde con calma estuvimos visitando el centro de la ciudad, que tiene un mercado, museos, plazas…  muy bonito!
Casa de la moneda
Mercado principal
Museo Convento de Santa Teresa
Mirador Torre Compañía de Jesús
Al día siguiente salimos de la ciudad para relajarnos en una laguna llamada «Ojo del Inca». Se puede llegar hasta ella en transporte público, cogiendo una furgoneta que sale del mercado de Chuquimia. Hay que avisar al conductor para que te baje junto a un camino que te lleva a la laguna, se caminan unos 20 minutos siguiendo el sendero y se llega al Ojo del Inca. Enclavado entre montañas de colores está este pequeño lago completamente circular, de ahí su nombre.
Foto de: www.sonriealmundo.com
De origen volcánico, sus aguas rondan los 30ºC, por lo que es muy agradable bañarse, y se puede ir a pasar el día, o incluso a acampar.  Hay dos edificios, el de la izquierda son las casas de las personas que se ocupan del mantenimiento del lugar y del cobro de entradas, y a la derecha se sitúan los baños. La entrada costó 2,5€ cada uno y pasamos la mañana relajándonos y tomando el sol!
Si bien nosotros nos bañamos y no tuvimos ningún problema, recabando información para escribir este artículo he leído que han habido algunas muertes por ahogamiento en la laguna. Así que si vais y decidís bañaros, con precaución!
Estando allí, pudimos ver un arco iris circular encima del Ojo del Inca, un fenómeno bastante extraño…y que no habíamos visto nunca!
Arco iris circular
La vuelta hasta el centro de Potosí la hicimos en taxi, ya que se nubló el cielo y empezó a chispear…no podíamos arriesgarnos a que lloviera mientras esperábamos el autobús. Para coger un taxi conviene negociar, y siempre se llega a un buen acuerdo. Es común compartir el taxi con más gente, que el taxista va encontrando por el camino.
Desde aquí partimos por la tarde en autobús hasta Uyuni, otras 8 horas de autobús. Pero el espectáculo del salar bien mereció ese trayecto!! No te lo pierdas en nuestro próximo post!
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4 comentarios

  1. Aún no tenemos la fortuna de conocer Bolivia, pero hemos oído buenas cosas de estos dos lugares. Qué padre experiencia el poder entrar a la mina y toda la cosa. Saludos desde México viajeros!

    1. Gracias por tu comentario José!! Fue una experiencia inolvidable, y sin duda, Bolivia tiene muchos rincones alucinantes! Pero México tampoco se queda corto, nos encantó Sayulita, DF, Oaxaca… increíble! Saludos viajeros!

  2. La ciudad más alta del mundo está en el Perú, en Cerro de Pasco, a 4380 msnm. Y también es una ciudad minera.
    Saludos!

    1. Hola Leonardo, muchas gracias por leernos y comentar! Ya lo hemos corregido. Saludos viajerosS!

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