Mont Saint-Michel: cómo llegar en coche y qué ver

El pasado mes de marzo decidimos ir a Inglaterra en coche, atravesando Francia…y aunque parezca una locura nos encantó! Ir con nuestro propio coche nos dio mucha libertad para decidir dónde y cuándo parar, y entre las paradas que quisimos hacer no podía faltar el Mont Saint-Michel !! Teníamos muchísimas ganas de descubrir esta isla, la habíamos visto en muchas fotografías, pero una vez allí tenemos que decir que impresiona todavía más.

vistas mont saint michel

El Mont Saint-Michel está al noroeste de Francia, en la región de Normandía. Su nombre proviene de la abadía que en él se encuentra, dedicada al arcángel San Miguel, y del que se puede ver una estatua en su honor en lo alto de la iglesia a 170 metros de altura sobre el nivel del mar. Fue declarado monumento Histórico en 1862 y en 1979 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

CÓMO LLEGAR EN COCHE

Fuimos desde Rennes, donde pasamos 2 noche con nuestra buena amiga Leila. De Rennes al Mont Saint-Michel hay apenas una hora, todo por autovías, haciendo que sea un trayecto muy fácil y cómodo. Salimos por la mañana, hacia las 9:30h, con un sol estupendo, no nos lo podíamos creer! En nuestra ruta por Francia habíamos encontrado bastante mal tiempo, así que poder ver este lugar con un día tan bonito lo hizo todavía más increíble!

Para llegar al Mont Saint-Michel no se puede acceder en coche, de hecho, si se pone en Google Maps «cómo llegar» desde cualquier destino nos dice que no puede calcular la ruta. Esto se debe a que para llegar a las puertas del monte hay que hacerlo a través de una pasarela, que según las mareas puede quedar inundada, por tanto, el acceso para los visitantes que van en coche está restringido. A las afueras se pueden encontrar varios parkings donde poder dejar el coche a cambio de un «módico» precio (6,30€ menos de 2 horas o 11,70€ entre 2 y 24 horas). Nosotros tardamos unas 3 horas y media en hacer el recorrido por la isla, sus callejuelas, la abadía y volver al parking, así que en 2 horas lo vemos muy justo, pero depende de cada uno.

autobus mont saint michel

Una vez estacionado el coche, hay un autobús gratuito que te lleva hasta el Mont Saint-Michel. Sale con bastante frecuencia, así que no hay que esperar casi nada. En apenas 10 minutos llegas a la muralla que rodea el monte… que es impresionante. A su alrededor todo es arena mojada, por la que si se quiere se pueden contratar excursiones con guías certificados para aventurarse y descubrir la bahía. Nosotros metimos los pies para intentar adentrarnos un poco para hacer alguna foto y enseguida vimos que no íbamos preparados…acabamos con barro casi hasta el tobillo! Si vais tenedlo en cuenta y llevad botas de agua que no os importe pringar!

mont saint michel

QUÉ VER EN EL MONT SAINT-MICHEL

Al llegar se cruza la muralla y se pasa por la Porte du Roy, digamos la entrada principal a los intra muros.

puerta entrada mont saint michel

Una vez dentro todo es subida…así que despacito y con calma fuimos recorriendo las callejuelas llenas de restaurantes y tiendas de souvenirs hasta llegar a la abadía de San Miguel.

calles mont saint michel

Merece la pena entrar si se tiene tiempo, la recorrimos por sus diferentes salas repartidas en 3 plantas, que nos transportan al siglo X, cuando los benedictinos construyeron la primera abadía. Dentro nos llamó la atención su claustro, lleno de arcos y con ventanales desde los que poder ver el paisaje.

Abadía mont Saint michel

claustro abadía saint michel

saint michel
Contraluz en las ventanas del claustro, ya notándose la barriguita de embarazada 😉

También visitamos las criptas y diferentes capillas y la sala conocida como Salle des Chevaliers (sala de los caballeros)  llena de columnas que forman 4 pasillos entre ellas. Desde la abadía se accede también a la terraza del oeste (Terrasse de l’Ouest) con unas vistas espectaculares de la bahía.  La entrada cuesta 10€ por adulto, y abre de 9.00 a 19.00 de mayo a agosto y de 9.30 a 18.00 el resto del año. Siempre hay que tener en cuenta el calendario de mareas altas, ya que puede influir en en los horarios y en la visita, ya que puedes quedarte aislado en el monte durante unas horas.

sala de los caballeros

dentro abadía mont saint michel

vistas terraza abadía

abadía mont saint michel

A parte de la abadía se puede pasear por las callejuelas, dando la vuelta al monte para ver la bahía desde todos los ángulos. Se pueden ver unas vistas preciosas desde la Torre del Norte (Tour du Nord). Al bajar y salir del monte, nosotros nos alejamos andando por la pasarela más allá de donde te recoge el autobús para poder disfrutar de las vistas desde lejos, y sacar fotos como estas 😉

murallas mont saint michel

mont saint michel acceso

LAS MAREAS EN LA BAHÍA

El Mont Saint-Michel ofrece un paisaje cambiante debido a las subidas y bajadas de las mareas, y va variando a lo largo del día. Cuando la marea está baja el mar se sitúa a 15 km, en cambio, cuando está alta rodea completamente el monte dejándolo aislado. Puede llegar a haber una diferencia de 15 metros de altura los días de grandes mareas en muy poco tiempo, por eso es importante saber cuando vayamos cómo va a estar la marea y no adentrarse en la bahía sin un guía certificado.

La subida o bajada de la marea se produce debido a la atracción que ejercen el Sol y, sobre todo, la Luna sobre nuestro planeta, por tanto, teniendo en cuenta las fases de la Luna se puede saber de antemano cuando habrá marea alta o baja. Cuando hay Luna nueva o Luna llena las mareas son más intensas, ya que el Sol, la Luna y la Tierra se alienan. Pero de todas formas no hace falta saber todo esto, sólo consultando la tabla de horarios de mareas en la web del Mont Saint-Michel podéis planificar sin problemas vuestra visita.

DÓNDE COMER

Al ser un lugar tan turístico no os recomendamos comer en el mismo monte, sino que os alejéis de la zona o os llevéis algo para comer por allí. Tanto los restaurantes como los puestecitos que venden bocadillos o agua son bastante caros. Aunque si aún así os decidís por probar la gastronomía local, una opción puede ser el cordero «prés-salés» (de las praderas saladas) que se crían en la bahía del monte, donde los pastos están bañados por agua de mar y que le dan un sabor único a la carne. 

Nosotros decidimos ir hasta Saint Malo, a unos 50 minutos del Mont Saint-Michel, en la región de la Bretaña. Allí comimos unas exquisitas galettes, una especialidad bretaña que son una variante de las famosas crepes en las que se utiliza una harina oscura que es de sarraceno. Se llaman galettes cuando son saladas, y reservan el término crepes para las dulces. 

galette saint malo

crepe saint malo

MÁS COSAS QUE HACER EN LOS ALREDEDORES

Se puede contratar una excursión para recorrer la bahía alrededor del monte, mientras la marea esté baja. También, a pocos kilómetros se encuentra el Molino de Moidrey, desde el que se pueden disfrutar de unas bonitas vistas de la bahía. La población más cercana al Mont Saint-Michel es Beauvoir, a tan solo 4 km, donde se pueden ver unas vistas preciosas del Mont Saint-Michel a lo lejos, y también se puede visitar el Alligator Bay.

Desde el Mont Saint-Michel se pueden visitar diversos lugares, nosotros fuimos hasta Saint Malo, una ciudad bretaña situada en la costa que está rodeada de murallas. Puede ser un lugar ideal para completar la visita por la zona y si además hace bueno tiene unas bonitas playas junto a las murallas. De camino a Saint Malo si se tiene tiempo también se puede parar en Dol-de-Bretagne, con un casco antiguo muy bonito con casas típicas de la Bretaña.

saint malo playa

saint malo costa

También queda cerca la ciudad de Rennes, capital de la región de la Bretaña y llena de lugares interesantes que descubrir. Nos encantaron sus casitas típicas con entramado de madera y disfrutamos mucho con su gastronomía!

rennes

crepe rennes

En resumen, a nosotros nos encantó visitar el Mont Saint-Michel, y os lo recomendamos, aunque tened en cuenta que es uno de los lugares más visitados de Francia, y que en temporada alta estará lleno de gente. Nosotros fuimos en marzo, un fin de semana cualquiera y no había demasiada gente, no tuvimos que hacer colas para entrar a la abadía ni esperar para coger el autobús. Pero si vais en agosto o durante alguna festividad os recomendamos o madrugar para estar allí bien temprano o todo lo contrario, ir a última hora, para no encontraros con grandes aglomeraciones de gente.

Al día siguiente partimos hacia Calais donde cruzamos el canal de la Mancha en ferry y llegamos a Londres para descubrir nuevos lugares de esta increíble ciudad.

¿Qué os ha parecido? ¿Está en vuestra lista de lugares para ver?

 

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