El norte de Perú: Trujillo, Chiclayo y Máncora

Siguiendo nuestra ruta por América, volamos de vuelta a Lima desde la Isla de Pascua y nos subimos a un autobús con la intención de hacer tres paradas de camino a Ecuador. Aquí os detallamos lo que vimos en cada una de estas ciudades!

Trujillo:

Llegamos a Trujillo  por la mañana, ya que cogimos un autobús nocturno desde Lima y así desplazarnos de noche. No es lo más cómodo, ya que los autobuses no son muy allá, pero así se aprovecha más el tiempo! Al llegar nos fuimos directos en un taxi hasta la casa donde nos hospedamos 2 noches, la casa de Sabrina, con la que contactamos a través de Couchsurfing.

En casa de nuestra host Sabrina, de Couchsurfing

Esa misma mañana salimos a descubrir unas ruinas a 5km de la ciudad,  cogimos una furgoneta (combi) dirección a Huanchaco, que nos llevó hasta las ruinas de Chan Chan. Hay que avisar al conductor para que te pare en la carretera junto a las ruinas.

Son de una ciudad precolombina, la más grande del mundo hecha de adobe. Era la capital del reino Chimu y abarcaba unos 20km cuadrados, estimándose su población alrededor de 30.000 habitantes o incluso más en la cima de su gloria!

Chimu es una cultura preincaica que llegó a expandirse 800km por la costa de Perú, desde Tumbes hasta el valle de Huarmey entre los años 1000 y 1200. Esta ciudad de adobe fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, y a pesar de los intentos del gobierno de mantenerla en el mejor estado posible, las lluvias y fenómenos meteorológicos como «el Niño» dificultan mucho la labor.

Al llegar a la entrada de la ciudad hay que pagar 10 soles, y si quieres un guía 30 soles más, pero merece la pena que te expliquen todo sobre el lugar y esta cultura menos conocida…o al menos yo no había escuchado nada de los Chimu hasta llegar a Perú!

chan chan trujillo peru

Muros Chan Chan

Chan Chan fue residencia de reyes, reinas y sacerdotes y aunque llegó a tener grandes cantidades de oro y ser una ciudad muy rica, la conquista de los incas y más tarde los españoles, saquearon el lugar dejando nada más que sus muros de adobe y algún que otro objeto de cerámica que están expuestos en su museo.

Empezamos el recorrido y son increíbles los detalles en las paredes y lo grande que es el lugar. Está medio protegido por toldos para que la lluvia no lo estropee más.  La ciudad albergó 9 ciudadelas o palacios rodeados de estos muros de adobe, que llegaron a alcanzar hasta 10 metros en sus puntos más altos. En cada uno de estos palacios se encuentran almacenes, residencias, templos o zonas administrativas, además de zonas para el sacrificio humano!

Nos contó nuestra guía que cuando un rey moría, su primera esposa era sacrificada siguiendo un ritual, y el resto de esposas eran envenenadas y se les enterraban a todos junto con sus riquezas y llamas en su ciudadela, de forma que el siguiente rey empezaba la construcción de una nueva ciudadela o palacio.

No es el único logar donde se hacían sacrificios, cerca de Chan Chan, en Huanchaco, se encontraron los restos de 17 niños y también de llamas. Los expertos dicen que puede estar relacionado con el fenómeno de El Niño y las lluvias torrenciales que provoca.

Después de recorrer las ruinas visitamos el Museo Arqueológico del lugar, continuando con nuestro aprendizaje sobre la cultura Chimu.

Museo de sitio chan chan trujillo

Volvimos a Trujillo y fuimos hasta la Plaza de Armas, a dar una vuelta por su centro, pero se puso a llover, así que volvimos a casa de Sabrina donde cenamos y charlamos con los demás viajeros que también dormían allí!

Plaza de Armas Trujillo
Plaza de Armas de Trujillo

Al día siguiente cogimos otra furgo o combi como lo llaman allí, en la que ponía «Moche» para visitar la Huaca del Sol y de la Luna. Te deja cerca de la taquilla para comprar la entrada, donde también se encuentra el museo arqueológico. Aunque en la entrada (11 soles) pone Huaca del Sol y la Luna sólo se visita esta segunda, ya que la del Sol no ha sido abierta al público. 

Primero visitamos el museo, mientras esperábamos que se formara un grupo para ir con el guía a visitar las ruinas, y seguimos aprendiendo sobre otra de las culturas que habitaron Perú: los Mochicas o Moche que son anteriores a los Chimu. Esta cultura se desarrollo en la costa norte de Perú entre los siglos II y VII.

Huaca de la luna Chiclayo
Huaca de la Luna

Aunque por fuera puede dar la impresión de que sólo son dos montones de tierra, se trata de dos estructuras piramidales hechas de adobe. La Huaca del Sol consiste en una pirámide escalonada de 43 metros de altura, destinada a fines administrativos. En cambio, la Huaca de la Luna, situada a medio km de la anterior, se compone de diferentes templos superpuestos construidos en diferentes períodos. Tiene una altura de 23 metros y en su interior vimos grandes pinturas y iconos de la cultura Moche: pescadores, serpientes, cóndores, deidades…

mural huaca de la Luna peru

También se conservan muy bien relieves a color con la deidad Aiapaec (dios degollador), uno de sus dioses castigadores, el más temido y adorado como  dios creador, protector, proveedor de agua y alimentos y los triunfos militares.

Representación del dios Aiapaec
Representación del dios Aiapaec

Desde aquí fuimos a comer a Huanchaco, un pueblo costero donde pudimos comer delicioso ceviche, arroz de marisco y descansar en su playa.  Junto a esta vimos sus tradicionales caballitos de totora, unas barquitas hechas de esta planta que ya conocíamos de cuando visitamos las islas flotantes de los Uros

En la combi camino a Huanchaco
caballitos totora huanchaco
Caballitos de totora
Playa de Huanchaco peru
Playa de Huanchaco

Pasamos la tarde relajándonos en la arena y disfrutando de una preciosa puesta de sol. Antes de que anocheciera del todo volvimos a Trujillo donde nuestra anfitriona nos preparó un plato típico de la zona, el pollo al ají. Este plato consiste en pollo desmenuzado con una salsa de chile (ají) suave y arroz blanco…estaba riquísimo!

pollo al ají
Pollo al ají

A la mañana siguiente subimos a un autobús desde la estación de autobuses que está a las afueras para ir hasta Chiclayo.

 

Chiclayo:

Está a poco más de 200 km de Trujillo, pero tardamos unas 4 horas en llegar en autobús. Allí buscamos un hostal en el centro y dimos una vuelta para comer y averiguar cómo llegar al día siguiente hasta uno de los lugares más importantes de la zona, la Huaca Rajada.

Al día siguiente, desde la terminal de Epsel cogimos una combi con dirección a Sipán, a 45 minutos de Chiclayo. Allí se encuentra la Huaca Rajada, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del norte de Perú. Su nombre viene de las grietas en la superficie de la tierra del yacimiento. En esta Huaca se encuentra la tumba del Señor de Sipán, un gobernante Mochica del siglo III, que es de gran relevancia ya que fue el primer entierro real de una civilización peruana anterior a los incas que se descubrió intacto, sin que hubiera sido saqueado por los huaqueros (saqueadores de restos arqueológicos). Fue descubierta en 1987 por Walter Alva, arqueólogo peruano.

Huaca Rajada
Huaca Rajada

Al igual que nos pasó con las Huaca del Sol y la Luna, al llegar al lugar sólo se ve un montón de tierra, pero al entrar en la Huaca ya se aprecia la importancia del lugar, y las diferentes tumbas, porque no sólo se encontró la tumba del gobernante, debajo de está estaba la tumba del Sacerdote y la del Viejo Señor de Sipán, antepasado directo del Señor de Sipán.

Tumba señor de sipán

Entre todos los objetos encontrados en la tumba (más de 600) destaca la vestimenta, orejeras de oro y turquesas, y un collar con frutos de maní de oro y plata. En la Huaca hay una réplica de los objetos, los auténticos se pueden encontrar en el Museo de las Tumbas Reales situado en Lambayeque.

Además de objetos, junto al Señor de Sipán se encontraron 8 cuerpos,  tres mujeres que pudieron ser sus concubinas, cuatro hombres (jefe militar, vigía, soldado y un niño). 

En la misma Huaca está el Museo de Sitio Huaca Rajada – Sipán, donde se describe la cultura Mochica, su vida e historia, además de tener numerosos objetos de cerámica encontrados en la zona.

Por la tarde, nos acercamos hasta Lambayeque para visitar el Museo de las Tumbas Reales, donde lo primero que te sorprende es el edificio en sí, inspirado en la pirámides truncadas de la cultura Mochica. Se construyó en 2002 y en él hay más de 2000 piezas de oro extraídas de los yacimientos. Aunque lo que más interés tiene es ver la tumba del Señor de Sipán con sus acompañantes. Al entrar te guardan la mochila, cámara de fotos…todo, así que no pudimos hacer fotos del interior pero merece la pena la visita.

museo tumbas reales lambayeque

Al terminar la visita nos acercamos a las fábricas de un dulce típico de la zona, el San Roque, una galleta rellena de manjar (dulce de leche) que estaba rico rico! 

Volvimos a Chiclayo donde hicimos tiempo hasta que salió nuestro autobús nocturno hacia Máncora, un pueblo costero casi en la frontera con Ecuador. Esperábamos terminar nuestra ruta por Perú descansando en las playas de Máncora, de las que nos habían hablado muy bien…pero nada más lejos de la realidad.

Máncora:

Para empezar el autobús nocturno nos dejó en Máncora a las 4 de la mañana…nosotros pensamos que al ser nocturno llegaríamos hacia las 7 o las 8, como todos los demás que habíamos cogido, pero no, nos dejó en medio de una calle, ni siquiera en una estación de autobuses donde poder hacer tiempo! Así que al bajar había varios chicos ofreciendo habitaciones de hostales, y acabamos durmiendo en una habitación compartida, en unas literas horrorosas y pagando como si hubiéramos estado toda la noche!!

Por la mañana, en cuanto nos despertamos salimos a buscar otra habitación, pero al tratarse de un pueblo costero con bastante turismo no fue fácil encontrar algo barato. Acabamos encontrando una habitación con baño privado, pero infestada de mosquitos! Lo primero que hicimos fue instalar nuestra mosquitera, que después de llevarla en la mochila durante meses, por fin le dimos uso! Después salimos a la playa a relajarnos…y tanto nos relajamos que Ed y nuestro amigo Pepe se quemaron, en plan gambas XD. Por la noche cenamos unos tacos en los puestecitos del paseo peatonal con tan mala suerte de que me intoxiqué, y me pasé las siguientes 24h vomitando y con diarrea en nuestra habitación llena de mosquitos….ay…qué mal lo pasé!

Al día siguiente, además, al lado de nuestra habitación se celebraba algún tipo de reunión de una iglesia que no paraban de dar sermones, cantar con su batería y todo…en fin, Ed y Pepe escocidos y yo medio K.O. en la cama…menudo día! Ya por la noche conseguí ponerme en pie y salimos a ver la puesta de sol…que es el único recuerdo decente que tenemos de este pueblo. 

atardecer máncora perú

Al día siguiente por la mañana nos fuimos y cogimos un autobús con destino Guayaquil (Ecuador), con bastantes ganas de abandonar tierra peruana. Una lástima que nuestra última parada fuera tan desastrosa…pero nos llevamos muchos y muy buenos recuerdos después de pasar 20 días recorriendo el país.

 

Seguiremos contando nuestro viaje por América en el blog, si no te lo quieres perder suscríbete!! Además nos puedes seguir en en facebook, twitter, youtubeinstagram

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