Nuestra primera parada en el Interrail fue Munich,la cuna de la Oktoberfest. Munich es la tercera ciudad más poblada de Alemania, y es una de las más importantes después de Berlín y Hamburgo. La atraviesa el río Isar, y como curiosidad, fue sede de los juegos olímpicos en el año 1972. Pero por lo que es mundialmente famosa esta ciudad es por su fiesta de la cerveza, Oktoberfest, que se lleva celebrando desde el año 1810. Además de disfrutar de buena cerveza, esta ciudad ofrece más cosas como buena gastronomía (las salchichas blancas Weißwurst también son originarias de aquí) y otros lugares de interés.
Al ser el primer destino del viaje habíamos reservado con antelación la habitación, así que al llegar al aeropuerto cogimos el tren que te lleva al centro de la ciudad y nos dirigimos al hostel a dejar las mochilas. Munich cuenta con diferentes medios de transporte para moverse por la ciudad: autobús, metro, taxis y también alquiler de bicicletas. Nosotros para ir conociéndola decidimos recorrerla a pie. De camino al hostel paramos a comer en una terraza muy alemana, con sus bancos de madera, jardín…muy bonita. Comimos, como no, salchichas y chucrut acompañados de una buena cerveza!
Con la tripa llena y sin el peso de las mochilas nos fuimos a visitar la ciudad. Visitamos la plaza central Marienplatz, donde podemos encontrar el ayuntamiento nuevo al norte y el viejo al este. También es característica de esta plaza la fuente del pez que se encuentra en un lateral.
Después nos encontramos con la puerta de la Victoria, o como se dice en alemán, la Siegestor. Este arco simboliza la paz, y fue un encargo de Luis I de Baviera.
También podemos visitar la Feldherrnhalle, que significa el Templo de los Generales. En él se pueden ver esculturas de líderes militares.
Aunque nosotros la vimos de noche, la catedral de Munich es uno de los símbolos más característicos de la ciudad. Está situada en el centro de la ciudad y es una gran atracción turística. Su nombre en alemán es Frauenkirche que significa Catedral de Nuestra Querida Señora. Es una catedral católica de estilo gótico, con dos torres en la parte frontal de 99 metros cada una.
Por último, visitamos la Hofbräuhaus, una de las cervecerías más antiguas de Munich, fundada en el año 1589, un lugar que hay que visitar en esta ciudad. Puedes disfrutar de buena cerveza, comida tradicional y música en directo. Además, las mesas se comparten, de forma que te puede tocar sentarte al lado de gente que no conoces, lo cual es muy interesante. Nosotros disfrutamos mucho de nuestra conversación con dos chicos de Munich, que nos dieron consejos sobre otros lugares que visitaríamos después en el viaje en tren.