De Bariloche a Bolsón hay unas 3 horas de bus, relativamente poco después de nuestros trayectos anteriores! Aunque no es un pueblo de los más conocidos de Argentina para los turistas europeos, sí que es muy conocido por los argentinos y merece la pena visitarlo si se pasa por la zona.
Bolsón es famoso por ser un pueblo muy hippy, está lleno de tiendas ecológicas, de artesanía, y casi todos los días ponen una feria de productos típicos y hechos a mano en la plaza. Hay un ambiente genial, la gente en el césped haciendo picnics, escuchando música en directo, viendo actuaciones de malabares… nos encantó!
No habíamos reservado para dormir, pero al llegar a la terminal de bus del Bolsón había personal de un camping haciendo publicidad, así que no fue difícil encontrar donde pasar nuestras 3 noches. En una cabañita en un camping a las afueras del centro. Nuestra primera noche hubo un espectáculo del circo Trivenchi, que también se hospedaba en el camping. Fue divertido ver una actuación circense, después de años y años sin ir al circo!!
El segundo día pusimos rumbo a uno de los lugares que no hay que perderse si se está en el Bolsón, el bosque tallado y el refugio del cerro Piltriquitrón. Para llegar nos dijeron que sólo se podía a través de un tour organizado o con un coche, así que siguiendo nuestra intención de ahorrar lo máximo fuimos haciendo autostop. La verdad, fue mi primera vez, y funcionó más que bien! En menos de 10 minutos nos recogió una familia argentina encantadora, que nos acompañó en todo nuestro trayecto hasta el refugio y también de vuelta de nuevo hasta el pueblo. Gracias familia!!
Por la tarde nos fuimos a la feria para disfrutar de la comida, zumos naturales, música, espectáculos… merece la pena pasarse por allí y disfrutar del ambiente, rodearse de la cultura de la zona y probar algunas de sus especialidades!
En nuestro tercer día nos decidimos por otro trekking, pero esta vez más largo. Hay muchos que se pueden hacer saliendo desde el Bolsón, pero nos habían recomendado el Cajón del Azul, así que después de media hora de autobús empezó una caminata de 4 horas de ascenso bordeando el río Azul. Es un trayecto precioso, por la montaña, todo verde, el río al lado, atravesando puentes de madera. Llegamos hasta el cajón, que es donde el río pasa por un cañón, y seguimos hasta el nacimiento del río, donde comimos y descansamos.
A la vuelta paramos para tomar un baño, aunque Ed fue el único que se atrevió…el agua estaba muy, muy fría!! Además, alguien tenía que hacer las fotos…jejeje
La vuelta, de unas 3 horas, no se hizo complicada, pero al llegar a la parada del bus tuvimos que esperar como unas 2 horas, ya que no pasa con mucha frecuencia. Nos relajamos, tomamos un café en una cafetería que está cerca de la parada y a descansar.
Al día siguiente, por la mañana volvimos a la feria de artesanía para comer y relajarnos hasta medio día, cuando salía nuestro bus con dirección al Chaltén (21 horas de trayecto), otro lugar poco conocido pero que encabeza nuestra lista de lugares favoritos en Argentina!!
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