Una semana en Escocia

Escocia es una de las 4 naciones que forman el Reino Unido, junto con Inglaterra, Gales e Irlanda. Situada al norte de la isla de Gran Bretaña, tiene una extensión de 78.782 km2, que viene a ser una sexta parte del territorio de España. Por este motivo, es un buen lugar para hacer una escapada de poca duración y sentir que se ha visitado gran parte del territorio!

Castillo de Urquhart

Cuenta con 5 aeropuertos internacionales: Glasgow, Edimburgo, Aberdeen, Glasgow Prestwick e Inverness. Desde España hay vuelos realmente baratos desde Alicante a Glasgow, que por unos 40€ tienes vuelos de ida y vuelta! Nosotros volamos a esta ciudad, Glasgow, y hicimos un recorrido de 5 días por el norte de Escocia, os lo detallamos a continuación:

Día 1: llegada a Glasgow

Desde el aeropuerto la forma más sencilla y rápida de llegar al centro de la ciudad es en taxi, pero también es la más cara. Otra opción es en bus, con el Glasgow Airport Express puedes llegar al centro por 7,50 Libras el trayecto, y sale cada 10 minutos desde el aeropuerto.

Una vez en el centro, salimos a dar una vuelta para entrar en contacto con la ciudad. Es la más grande de Escocia, y tercera del Reino Unido por detrás de Birmingham y Londres. Su centro destaca por sus edificios de estilo victoriano y tiene como corazón la George Square. Nos llamaron la atención los murales en fachadas de edificios, paredes… preciosas obras de arte! Fuimos a cenar a una cervecería que elaboran sus propias cervezas, Drygate, y estaba todo rico, rico!

Después de cenar paseamos junto al río Clyde, hasta poder ver el «Clyde Arc«. Pasamos la noche en un hotel junto a la estación de tren, el Grasshoppers Hotel. Muy práctico por estar junto a la estación y cerca del centro. Además las habitaciones con un toque industrial nos gustaron mucho!

Clyde Arc

Día 2: de Glasgow a Edimburgo

Al día siguiente,visitamos la Necrópolis y la Catedral. La Necrópolis es un cementerio victoriano situado al este de la catedral, sobre una colina. Al llegar te sobrecoge la vista de todas las esculturas, unas 3.500 aproximadamente, que adornan las tumbas mas suntuosas. Otras sólo con una placa recuerdan a esa persona que falleció a mediados del s.XIX . En total, 50.000 personas están enterradas aquí, de diferentes religiones.

Necrópolis
Vistas de la Catedral desde la Necrópolis

La Catedral de Glasgow también conocida como High Kirk de Glasgow, no es sólo un lugar de culto, sino además un lugar histórico. Es de estilo gótico y fue consagrada en 1197 siendo una de las dos catedrales de Escocia que queda intacta después de la reforma religiosa del siglo XVI.

Catedral de Glasgow

A medio día, cogimos un tren hasta Edinburgo, que es la forma más fácil de llegar. En unos 55 minutos llegamos al centro de la capital escocesa, donde pasamos el ¡fin de año! La nochevieja, o Hogmanay, es todo un evento en Escocia, y más en su capital…de forma que se celebra con este festival durante 3 días! Nosotros llegamos para el 31, y asistimos al «Street Party», desde donde vimos los fuegos artificiales!!

Jardines de Princes Street

Pero volvamos atrás, antes de la celebración, al llegar a Edimburgo fuimos al hotel a dejar las maletas y estuvimos dando una vuelta por la feria de Navidad que ponen en los Jardines de Princes Street, llena de puestecitos de bebidas, comidas, artesanía…y alguna que otra atracción. Aquí también se situa el monumento a Scott, una construcción de estilo gótico en honor al escritor escocés Sir Walter Scott.

Monumento a Scott

Como recomendación, si vais en Navidades reservad con bastante antelación el hotel, ya que suben mucho de precio si ya de por sí no es un lugar barato…

 

Día 3: Edimburgo

Al día siguiente, visitamos los clásicos de Edimburgo, y que no hay que perderse. Vimos las bonitas vistas desde Calton Hill, la «Atenas del Norte». También paseamos por la «Royal Mille«, la calle más importante de Edimburgo. Mide 1.814 metros de longitud, y en ella encontramos la Catedral de St. Giles, el Palacio de Holyroodhouse, el Castillo de Edimburgo…y además numerosas tiendas de productos tradicionales, restaurantes, cafeterías…

Vistas de la ciudad desde Calton Hill

Visitamos la «Catedral» de St Giles, y lo pongo entre comillas porque realmente no ostenta el título, ya que carece de obispo.  Fue construida a partir del s. XII sobre un histórico santuario, y ha sufrido diversas remodelaciones a lo largo de su historia. Desde fuera lo que primero te llama la atención es su cúpula en forma de corona real y en el interior, sus techos de colores con diferentes texturas.

Catedral de Edimburgo

Al oeste de la Royal Mille se encuentra el Castillo de Edimburgo, en lo alto de la Castle Hill, imponente observa la ciudad. Es uno de los lugares más visitados, con más de un millón de visitas al año. Desde esta antigua fortaleza  se tiene unas preciosas vistas del centro de Edimburgo. Dentro del castillo se pueden visitar diversas estancias (el gran salón, la capilla de Santa Margarita…) y también se pueden ver las joyas de la corona de Escocia en la exposición «Honores de Escocia».

Castillo de Edimburgo

Si se tiene tiempo también se puede visitar el Palacio de Holyroodhouse, residencia oficial de la Reina de Inglaterra cuando visita Escocia. Nosotros no tuvimos tiempo, así que lo dejamos para la próxima visita ;-).

 

Día 4: de Edimburgo a Aviemore

Por la mañana fuimos en tranvía hasta el aeropuerto, donde habíamos reservado un coche de alquiler con Alamo. Es la forma más fácil de poder visitar el norte del país sin perder tiempo. En invierno esto es importante, ya que sobre las 16h empieza a hacerse de noche y hay que aprovechar al máximo la mañana.

Entre llegar al aeropuerto, las gestiones con la empresa de alquiler y las 3 horas que tardamos en llegar a Aviemore, sólo tuvimos tiempo de comer y ya empezó a oscurecer, así que a parte de planificar los dos próximos días no hicimos nada de interés.

Pasamos dos noches en el Bed and Breakfast Carn Mhor, que fue de lo mejor en relación calidad-precio. El dueño súper agradable, siempre dispuesto a ayudar y los desayunos deliciosos. Totalmente recomendable.

Día 5: Loch Ness y Castillo de Urquhart

Desde Aviemore, en una hora hora se puede llegar hasta el famoso Loch Ness o Lago Ness, pasando por Inverness. Realmente se puede tardar menos si sólo se quiere ver la orilla del lago, pero lo interesante es llegar hasta el Castillo de Urquhart para tener unas vistas preciosas. Este castillo situado a orillas del lago queda a la altura de la población Drumnadrochit, es actualmente Patrimonio Nacional Escocés. Al llegar y pagar la entrada, te hacen un pase de un documental para situarte en el contexto histórico y así poder apreciar las ruinas de este castillo. Particularmente, aunque no nos salió un día espléndido, nos gustó mucho visitar el castillo.

Castillo de Urquhart en el Loch Ness

Y cómo no, además se puede disfrutar del Lago Ness y alimentar su leyenda! No encontramos a Nessi, pero fuimos hasta el centro de interpretación del lago, y descubrimos datos curiosos como que  en este lago cabe toda la población de la Tierra… ¡3 veces! Aunque en extensión de superficie es el segundo más grande de Escocia (56,4 km2), es el de mayor volumen debido a su profundidad media de 226m .

Día 6: Reserva de renos y hike en Cairngorms

Uno de los motivos por los que decidimos pasar los últimos días en Aviemore es porque se encuentra en el Parque Natural de Cairngorms, rodeado de naturaleza y también pista de esquí. Nuestra intención era la de ir a esquiar pero hay cosas que no se pueden controlar y de nieve no hubo ni pizca. Con las pistas cerradas buscamos un plan alternativo, y encontramos la reserva de renos de Cairngorms. En pleno parque se ha reintroducido al reno, que llegó a desaparecer. En esta reserva disponen de unas 4.040 hectáreas donde pastar. Cada día los responsables del parque organizan una visita para llevarles algo de comer, después de unos 30 minutos de caminata por la montaña.

 

Como dato curioso aprendimos que los machos pierden su cornamenta normalmente en noviembre,  en cambio las hembras más tarde…por lo que deducimos que Rodolfo el reno era en realidad…Rodolfa! 😉

Por la tarde decidimos hacer un hike por la montaña, que aunque no había nieve sí hacía un frío de narices! Caminamos durante unas 3 horas hasta que vimos que el sol empezaba a caer, y tuvimos que volver. Es una zona preciosa para hacer excursiones por la montaña, y aunque no esquiamos al final pasamos un día genial!

Por la noche hicimos un intento de para ver la aurora boreal, que en Escocia también se puede llegar a ver, pero es más complicado que en otros países más al norte. No tuvimos éxito, desde Aviemore no se pudo ver pero sí en otros lugares de Escocia. Si vienes en invierno no descartes esta posibilidad, mira las probabilidades desde la web www.aurora-service.eu y quien sabe… ¡igual tienes suerte!

 

Día 7: de Aviemore a Glasgow

Al día siguiente devolvimos el coche en el aeropuerto de Glasgow después de 3 horas de trayecto y cogimos nuestro vuelo a Alicante. Escocia nos pareció un lugar para repetir, quizás en verano, para recorrerlo con más tiempo y poder llegar bien al norte y también al sur.

Además se nos quedaron muchas cosas por ver, como el Castillo de Stirling,  el lago Lomond y todas las islas que deben ser maravillosas! Pero como siempre decimos, para volver a un lugar que te ha gustado debes siempre dejar algo por ver, así siempre tendrás la excusa para ir de nuevo!!

 

¿Con quién te gustaría ir a Escocia? Enséñale lo bonita que es compartiendo este post!

 

 

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